miércoles, 13 de febrero de 2013

ANDRÓMEDA Y ORIÓN





DOS MARAVILLAS VISIBLES
 Es curioso el desconocimiento popular que tenemos del firmamento, del cielo en la noche.  La mayoría de nosotros, no sabemos distinguir siquiera esa media docena de constelaciones, que posiblemente nos enseñaron en la escuela.
   Por ello no podemos disfrutar de esa noche que pasamos en el campo, en la montaña, alejados de la contaminación de la ciudad de humos y de luces mal dirigidas, que ocultan las maravillas del cielo, de un cielo sin Luna.
   Esa noche completamente estrellada, donde podemos apreciar la Vía Láctea (el Camino de Santiago), nuestra galaxia, donde se encuentra nuestro planeta, el Planeta azul, único planeta conocido que soporta nuestra vida.
   Muchos de vosotros sabéis que gran parte de mi vida y de mis actividades deportivas siempre las he desarrollado en espacios abiertos junto al mar o en la montaña. Evidentemente esto me ha dado la oportunidad de mirar hacia arriba y por ello he quedado para siempre atraído por el brillo de las estrellas y sus curiosas agrupaciones.
   Cada vez que debía pernoctar al aire libre en el mar o en la montaña, y si el tiempo lo permitía, me ha gustado dormir al raso, sin tienda, con la mirada al cielo, observando los guiños de las estrellas y el paso de los aerolitos mientras se consumen espectacularmente en nuestra atmósfera como singulares fuegos pirotécnicos. Esto es desconocido para gran número de personas, por no levantar sus mirada al espacio, que nos rodea, a lo más grande.
   Entiendo el desconocimiento general en esta materia. Hay pocas personas que lo conocen y son capaces de comunicarlo. Yo tuve la gran suerte que mi abuelo materno me enseñó a mirar al cielo, en verano, tumbados sobre la paja de la era y aunque  él no conocía muchas constelaciones ni el nombre de los planetas, supo mostrarme su belleza y despertar en mí esa curiosidad que mantuve hasta hoy día.
   Por supuesto que no soy astrónomo, solo soy un mirón de estrellas, como de tantas cosas que pasan ante mí, soy curioso y no puedo evitarlo.
   Algunas vez, los amigos o conocidos que han coincidido conmigo en la noche suelen preguntarme curiosos sobre algún objeto o agrupación celeste, como si yo lo conociera todo. Todo no. Suelen ser preguntas tan sencillas que suelo informarles sin duda alguna y…. claro, quedo como un sabio. ¡Jo jo!
   Que… solo… soy… un… mirón… Mis conocimientos son básicos.  Pero ante tanta ignorancia, con cuatro constelaciones, la polar y algún planeta, parece que ya tengo carrera. ¡Caramba!
     “En el país de los ciegos el tuerto es el rey” ¿No?
Croquis para la localización de la nebulosa de Andrómeda M31
  
  Conforme profundizaba en mis modestos conocimientos estelares, pronto me dí de frente con dos nebulosas: la de Andrómeda y la de Orión.
   Curiosamente, son las únicas que con un cielo oscuro, sin contaminación, podemos distinguirlas con nuestra vista. Esto provocó que las observara, primero con prismáticos y luego con otras ópticas más potentes y…. “voila” .
   Con ello se me abrió la ventana al cielo profundo, al universo y comencé a comprender, de una forma práctica,  lo insignificante que somos, lo solos que estamos en el Universo, más motivo para que me interesara.
  Pasaron los años sin poderlas plasmar aceptablemente con mis modestos objetivos y sencilla técnica.
   Pero  mi interés no ha cesado y  al entrar en una época donde la tecnología evoluciona de una forma exponencial, al subirme a ella , he comenzado a conseguir mis primeros sueños fotográficos ante estas nebulosas, estas dos flores de la noche.
Nebulosa de Andrómeda M31
   Andrómeda, la M31 en el catálogo de Charles Messier, es una enorme galaxia , a espaldas de Casiopea, situada a 2,5 millones de años luz, que ya a devorado a varias galaxias más pequeñas y se nos acerca en rumbo de colisión a 300 Km. por segundo para fagocitarnos.
   Pero no tenemos que preocuparnos demasiado, esta colisión se producirá dentro de 3000 a 5000 millones de años, y doy por seguro, que  mucho antes, el hombre, esta forma de vida habrá desaparecido. 
Si la miramos con unos prismáticos bien estabilizados, podremos observar que es una especie de luz tenue distinta a la de las estrellas y con un diámetro mayor.
   Por supuesto, si la observamos con un telescopio terrestre o celeste mejor que mejor, la veremos más clara y de mayor tamaño.
Situación de la nebulosa de Orión M42
   
En el caso de la nebulosa de Orión, la M42,  el espectáculo es diferente. Su luz en más visible y también tiene la ventaja de poderla encontrar muy rápidamente debajo de Betelgeuse y por encima de Sirio, la estrella más luminosa de nuestro firmamento.
    Solo tenemos que localizar las tres estrellas alineadas del cinturón de Orión y bajo, en el centro de la espada, la encontraremos imitando a una estrella.
   Es una hermosa nebulosa a la deriva, difusa, con gigantescas proporciones, de hermosos colores rojos, violetas, azules y verdes, de extraordinaria belleza.      Pero estos colores nuestros ojos no los pueden apreciar, nosotros os los hemos descubierto con la profunda e intensa mirada del objetivo, de la cámara digital.
   Dentro de ella, se está produciendo unos movimientos de polvo, gases, incipientes estrellas que explosionan, para formar estrellas más estables y planetas, todo un mundo a 1270 años luz de la Tierra. Es hermosísima.
   Así, la próxima vez que miréis en esta época al cielo, en la oscuridad de la noche, cuando las estrellas chisporrotean con viveza, recordar lo que os he contado y buscad en lo alto estas dos flores de la noche.

La constelación de Orión. La acompaña Sirio, la estrella más brillante de nuestro firmamento.


Manolo Ambou Terradez

Fotografías y croquis del autor.
Mapas tomados del libro "INICIACIÓN A LA ASTRONOMÍA" de Enrrique Calvet.

PLANOS CELESTES DE LAS CONSTELACIONES MENCIONADAS

Región de Casiopea y Andrómeda. Forma de localizar la nebulosa M31.
(Se puede ampliar)

Región de Orión. Situación de la nebulosa M42 y M43.
(Se puede ampliar)


10 comentarios:

  1. Qué tipo de equipo se utiliza para estos imagenes? Tomo fotografías del cielo nocturno. Es un pasatiempo muy agradable.Tengo muchos imagenes tambien.





    ResponderEliminar
  2. Estas son las primeras que he sacado de prueba y tres o cuatro más.
    Hemos utilizado un pié ecuatorial motorizado "HEQ5 Pro" con una cámara Canon 7D y un Objetivo Canon 500 f4.

    ResponderEliminar
  3. vaya equipazo y qué resultados. Muchas Gracias por compartir el enlace Manolo!

    ResponderEliminar
  4. Muy bienn Manolo, por cierto que tiempo de exposición le diste a las fotos.

    ResponderEliminar
  5. Con tu artículo he disfrutado y recordado mi antigua afición de "mirón" del cielo, como tu. Gracias Manolo

    ResponderEliminar
  6. Están sacadas con un 500 mm f4 6400 ISO y 30 segundos.
    También probé con 2500 ISO y me gusta más.

    ResponderEliminar
  7. Interesante, ¡buen trabajo! Gracias por compartirlo

    ResponderEliminar