jueves, 22 de mayo de 2014

COLIBRÍ (Trochilinae)

JOYA FUGAZ 
DE LA SELVA

   Es de noche aún. El concierto de la selva está en pleno auge, especialmente dirigido por una multitud de grillos y ranitas que se alojan en la fronda, en ese espeso follaje que lo envuelve todo, de donde salen algunos gritos in esperados de algún mono araña.
   Un tamboriteo in crescendo se acerca. Cada vez es más fuerte. La lluvia se aproxima golpeando las hojas de la selva como si fuera un tambor.
   Unos poderosos aullidos parecen no estar de acuerdo con ello.     Los monos aulladores instalados en las copas parece que no quieren mojarse. Aunque el calor aprieta, no les debe gustar esa inevitable ducha, a pesar de que refresca.
 
 Los tejados metálicos del refugio redoblan el sonido vomitan el agua que le llega y esta se pasea abundante por los canalillos.
   El agua circula por todas partes y las ranitas rojas y azules comienzan a desplazarse saltando de alegría, pienso yo.
   Aún llueve cuando las primeras luces comienzan a invadir las copas de los altivos almendros, que ahora desnudos son los más altos y sobresalen dominantes la alfombra de la selva.
   A las cinco de la mañana la luz es total.
   Sigue lloviendo ahora algo más suave y algunas aves aprovechan la inundación de la hierva para capturar las lombrices, gusanos e insectos que se ahogan en sus guaridas.
   Qué gusto da sentir esta lluvia generosa de estas tierras afortunadas. Es la base de toda esta vida forestal, un trozo del pulmón del mundo.


 En un solo día puede llover lo que en mi tierra cae en todo un año; que envidia.

   Ya no se escucha, ni de lejos, el redoble de las gotas sobre las hojas.
   Ahora comienza el concierto y la exhibición de las aves.
   Parece que se han animado con el frescor que ha dejado el agua.
  Son hermosas, de brillantes colores y formas. Grandes, pequeñas, insectívoras, frugívoras, omnívoras, de todo.
   Nuestros ojos sorprendidos y admirados las persiguen en aquel claro que tenemos delante de nuestro alojamiento.

   
Pronto, y dudo de lo que veo, en unas flores cercanas un pequeño bulto se desplaza a una enorme velocidad de flor en flor y me cuesta apreciar si se trata de un insecto u otro animal, pues tiene solo unos cinco centímetros.
   
Me acerco y enseguida comprendo de que se trata, es un ave.
 
Un pájaro hermosísimo que se acerca a mí con un sorprendente zumbido, para explorarme de arriba a bajo con gran descaro en un abrir y cerrar de ojos. Vuelve ante mi cara y se queda unos instantes quieto delante de mis ojos, asegurándose de que no soy peligroso. Su cuerpo esbelto, cubierto de brillantes plumas, parece una joya con alas que no llego apreciar por su altísima velocidad; las bate a unos 80 veces por segundo.
 
 Su cuerpo es fino y dispone de un largo pico algo curvado, con una fina lengua succionadora que saca y esconde para recuperar el néctar que aún le queda adherido al pico, con un pegote de polen.
    A lo mejor se ve reflejado en mis gafas. Parece que estoy soñando.
 
 Es uno de mis objetivos en estas tierras de Costa Rica; el primero que ven mis ojos. Cuantas veces soñé desde muy pequeño con este encuentro.

   Es propio de América y se extiende desde Alaska hasta la Tierra de Fuego.

El animal con columna vertebral mas pequeño. Y la segunda especie de aves más numerosa en la Tierra con unas 340 formas y colores diferentes, a cual más hermoso.
   Picos largos, picos cortos, picos curvados hacia abajo o hacia arriba, especializados para las flores en la que liban. De esta forma disminuyen las competencias, centrándose en la floración de especies determinadas de plantas, aislándose así en un territorio concreto.
 
 Me he enterado que también son insectívoros, pequeños animalitos de donde obtienen proteínas.
   Estas aves “picaflores” vuelan hacia a delante, hacia atrás, a un lado, al otro, hacia arriba y hacia abajo. Una máquina perfecta en el aire. Me emociona su capacidad de movimiento. Parece no estar sometido a las leyes de la Tierra.

 
 Estudio sus flores preferidas y pronto me instalo con mi equipo fotográfico para esperarlo en una de ellas, pues veo que tiene un circuito que repite frecuentemente.
   Ya está aquí nuevamente. Solo falta que venga a libar ante la flor que tengo enfocada mi cámara. Ya está muy cerca. Parece que va a llegar en unos segundos y…. zas, aparece otro colibrí y se inicia una velocísima persecución casi imposible de seguir con mis ojos hasta que se alejan ambos por la frondosa selva.

 Sigo pacientemente esperando. Serán unos pocos minutos.
  Evidentemente, estas aves son territoriales y defienden su feudo floral con mucho genio.
Ya lo tengo nuevamente por estas plantas de flores rosa compuestas, de donde liba su néctar que le permite tan acelerada vida, pues su corazón llega alcanzar las 1240 pulsaciones por minuto.

 De vez en cuando se posa en alguna hoja o ramita para descansar y vigilar su feudo. Ahora es mas fácil contemplarlo y fotografiarlo.
   Mi cámara echa humo. Espero que alguna de las fotos haya conseguido enfocar y detener su nervioso vuelo.
   Que hermoso es. Parece una joya con reflejos verde esmeralda y azules, se traslada como una estrella fugaz en la selva.

Fotografías del autor.

Manolo Ambou Terrádez




9 comentarios:

  1. Hola Manolo!. Veo que sigues imparable!!!. Cuántos viajes has hecho este año???.
    Precioso tu artículo. Contagias emoción y tu entusiasmo. Entran unas ganas locas de hacer las maletas y unirse a la aventura!!!. Por cierto, el lunes me marcho a Kenia y Tanzania. El viaje de mis sueños...¿Algún consejo antes de mi partida?
    Un abrazo

    Carol

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    1. Hola Carol: Siento no saber quien de las Carol que conozco eres y podría meter la pata. Jo jo. Tienes que decirme en que plan vas y que es lo que deseas ver. Mi correo es: mambou45@yahoo.es De todas formas te envío un beso.

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  2. Un gran artículo, como todos. Ya veo que has disfrutado como a ti te gusta: Naturaleza y fotos. Que continúes así al menos 100 años más.

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  3. Las fotos increibles, preciosas y muchos más calificativos positivos, pero los textos mas bien son de un poeta. Un abrazo amigacho.

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  4. Bravo, Manolo precioso lo que haces, espero verte un día de estos por la barraca, un abrazo fuerte.

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  5. Las fotos impresionantes Manolo, qué maravilla de "bicho". Gracias a ti ya sé de su existencia ;-)

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  6. Excelente! un relato exquisito con unas imágenes encantadoras. Felicidades Manolo, por ese sueño hecho realidad, y gracias por compartirlo.

    Saludos

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  7. Sencillo, emotivo y muy docente articulo, muy Manolo.

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  8. Gracias Manolo por hacerme pasar un agradable y educativo tiempo sintiendo tu articulo por que entra en tus sentidos con una agradable traza de belleza viva.Impresionantes fotos que me han llevado en volandas a mis recuerdos vividos en ese bonito pais como un amante mas de las aves.un abrazo serrano Manolo.

    serrano Manolo.

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