martes, 9 de abril de 2013

PEONIA




LA REINA DE LAS FLORES

    Como fotógrafo de naturaleza, llevo muchos años buscando esas flores que aún no he fotografiado. Con paciencia y a golpe de calcetín, voy completando poco a poco esa inmensa flora que aparece puntualmente en los montes y campiñas que frecuento.
   Sabéis que no soy botánico, y como en la mayoría de mis jovis, más que un experto sigo siendo un mirón, pero eso si, hago lo que puedo.
   Normalmente  suelo buscar las plantas más raras , esos endemismos, esas floras que estoicamente sobreviven en ciertos lugares de estos montes mediterráneos.
   Siempre fijándote en esa flor grande o pequeña, diferente a todas las que ya fotografié. Cuantas de ellas aún no he podido clasificar, pues esa es otra enorme labor, descubrir su verdadero nombre. ¡Casi nada!Libros , amigos, Internet y todo lo que tengo a mano lo pongo en jaque, para descubrirla, para descubrir su verdadero nombre, puesto por eruditos botánicos como Cabanilles.
   Pero esta labor resulta muy apasionante. Poco a poco la colección se va haciendo enorme.
La belleza de la planta no solo se reduce a su floración.
   Cada planta tiene su flor particular que nos ayuda a clasificarla, y en muchos casos, al ser tan pequeñas, nos resultará muy difícil, tanto, que deberemos llevarnos alguna muestra para estudiarla en casa. La fotografía, la lupa o el cuentahílos no es suficiente en algunos casos, y debemos usar incluso microscopio para distinguirlas de especies muy parecidas.
  

 Clasificarlas correctamente es muy importante para guardarlas, pues si no, será imposible poderlas encontrar entre esos cientos, más bien miles, que vamos guardando poco a poco.
  
La explosión de sus semillas es muy vistosa.
En algunos casos, posiblemente los menos, surge ante nosotros ese espécimen que conoces, que aún no tenías, pero que llevas buscándolo hace muchos años, sin aún haberlo fotografiado.
   Pero cuando es la más grande, la más perfumada, de una belleza singular y además, más bien rara en estas tierras, se produce una alegría, una fascinación por ella que jamás puedes olvidar; es un gran encuentro.
Las semillas como joyas maduran al hacerse oscuras.
   Esto fue lo que me ocurrió cuando tropecé con la PEONIA, la reina de las flores, y no solo lo digo yo.
   Por supuesto que hablo de las Peonias salvajes, que  crece en las áreas frescas de Europa.

    Está extendida también en Asia y América del Norte.
  Hay muchas variedades en jardinería de hermosos colores y formas, de tal belleza, que en China ha sido elegida como flor nacional.
   Las variedades salvajes son herbáceas en la península Ibérica, con hojas alternas divididas, de color verde claro u oscuro, con flores  solitarias y terminales. Con los primeros fríos desaparecen para brotar en primavera.
  
Las plantas emergen de la tierra con los primeros calores, y un mes más tarde comienzan a formarse los botones florales, para abrirse a primeros de Mayo.
   Marchar por el monte y encontrarse con unas matas de Peonia en plena floración es un auténtico regalo para la vista y el olfato. Las flores, que según la variedad pueden llegar a los 15 cm de diámetro, contrastan por su color púrpura con el verde de su follaje de forma insultante, tanto que nos resulta imposible pasar junto a ellas sin admirarlas. 
Su aroma es dulzón y muy intenso.
    La floración no es muy larga, y por ello debemos tener algo de suerte para coincidir con ellas en su esplendor. También es cuestión de que nos lo comunique algún habitante de la zona.


   Respetarlas y admirarlas es nuestro deber, el deber de un buen excursionista.
  Espero que esta primavera tengáis suficiente suerte y la encontréis. De esta forma, y una vez localizada, la podréis admirar año tras año en el mismo lugar.
   ¡Suerte, amigos!

Fotografías del autor.

Manolo Ambou Terradez




6 comentarios:

  1. Estupendo artículo, como todos, no he visto esta flor, pero intentaré encontrarla, deseame suerte.

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  2. Gracias una vez más Manolo. Estaré atento esta primavera, a ver si tengo suerte y la veo.

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  3. Diana: también la vi en la parte alta del Valle del Jerte; el de los cerezos.

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  4. Articulo muy interesante, me gustaria conocer algo más sobre esta flor y algunas otras como las orquideas.
    Fernando Martínez

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