miércoles, 11 de febrero de 2015

ESQUÍA EN FLEXIÓN CONSTANTE



FLEXIÓN CONSTANTE

  


 ¡FLexión, más flexión! – Nos indica nuestro monitor, insistiendo en esta postura tan importante para el esquiador.
    
  


 
   ¿Por qué de la importancia de esos cuatro dedos de más flexión de rodillas que el monitor nos pide  insistentemente?
   ¿Tan importante es? – Nos preguntamos.
   Pues os lo explico.
  
    Hay dos actitudes principales que podemos emplear para esquiar: 
   La extensión flexión que suele aplicarla los esquiadores menos                  dotados.
   La flexión constante, que requiere de unas condiciones físicas excelentes.

   Si nos fijamos en cualquier estación de esquí, apreciaremos que muchos de los esquiadores que aparentan tener buen nivel en realidad son incapaces de terminar los giros. Esto hace que lleven más velocidad de la que puede asumir su técnica y por ello el control ante pendientes, obstáculos imprevistos, incluidos los giros inesperados del esquiador anterior, sea escaso, incorrecto y esto les aproxima a un accidente o a un desagradable atropello. Este grupo son PELIGROSOS.
   Todos mis años de enseñanza han sido dirigidos hacia un esquí elegante y a la vez SEGURO, un esquí CONTROLADO.
   La impaciencia por querer esquiar por todas las pistas con los compañeros que saben más, provoca que no asimilemos completamente al “paliza” de nuestro último monitor que nos exige en sus clases ¡MAS FLEXIÓN!

¿Por qué necesitamos más flexión?

   Yo soy un adicto al esquí de “FLEXIÓN CONSTANTE” por que es el estilo de esquí más estable, más dinámico; en consecuencia, mucho más seguro.
   En todo momento, con él estamos preparados para cualquier cambio de dirección al instante, al poder realizar virajes de corto radio.
   Por supuesto que al principio cuesta mantener esa postura. Nuestras piernas, nuestros cuádriceps no suelen estar preparados para mantenernos flexionados constantemente. 
   Es una postura más deportiva y necesitamos potenciar las piernas,  que tanto beneficio nos darán en este DEPORTE, y lo he puesto en mayúsculas para recordaos, pues todo deporte requiere de un esfuerzo, amen de su técnica correspondiente.
  
   Indudablemente, podemos esquiar estirados, con indiferencia, sin darle importancia, como si paseáramos, pero esta costumbre nos aleja de todos esos beneficios que he nombrado anteriormente, integrados en la flexión constante.
   Cuando conseguimos mantener la flexión correcta, esta postura nos permite expulsar las piernas, extendiéndolas más lejos, de nuestro eje vertical, lo que nos da mayor posibilidad de terminar los virajes. Esta flexión de piernas nos permite mayor control de cantos al tener mayor juego de rodillas y por ello mucho más control en los recortes, en las pendientes y en la velocidad.

   
   Los primeros días cuesta un poco manteneros en esa postura que requiere un poco más de esfuerzo, pero pronto lo podéis conseguir y más si realizáis todos los días del año unos sencillos ejercicios “flexiones de piernas”.

  
CÓMO PREPARARNOS
   Apoyando las manos sobre el borde de una mesa, flexionaremos las piernas hasta quedar en cuclillas, apoyados en toda la planta de los pies y sin detenernos volveremos a estirarlas casi al completo, manteniendo el tórax prácticamente vertical.
   Estos movimientos los repetireis hasta que ya no podáis levantaros.
   Contar el número de flexiones que realicéis y, aproximadamente, cada semana añadiros una más. Poco a poco iréis adquiriendo mejor condición para aguantar más tiempo en flexión constante.


   Esquiando, esta postura se ve aliviada cada vez que estiramos las piernas en la máxima amplitud del viraje, por lo que no es tan agobiante como en un principio parece, es cuestión de acostumbrarnos a iniciar los descensos con ella.
   Cuando notemos la mejoría en nuestros virajes ya no abandonaremos esta técnica que nos dará una forma de esquiar deportiva y con calidad.
   Por supuesto, con la flexión constante, abarcaremos todo tipo de viraje, con mayor o menor radio que adaptaremos a nuestras necesidades de velocidad, su control o una nueva dirección.
   La flexión constante nos prepara para cualquier irregularidad en el terreno, al disponer a la vez de una capacidad similar para flexionarnos en un abultamiento o estirarnos en un hueco, absorbiendo así la irregularidad, como si fuéramos un muelle; que lo somos.
   Nuestro tórax y el centro de gravedad quedará estabilizado y hasta podremos realizar virajes de corto radio sin desviarnos de nuestra traza, podremos descender sin balanceos verticales u horizontales. Serán las piernas las que trabajarán de un lado a otro, absorbiendo toda irregularidad.
   Esta actitud es parecida a la que utilizaríamos para salvar los badenes (flexión recuperación), pero algo más suavizada. 
     Descendiendo: bulto flexión, hueco extensión.

   En los virajes sería: flexión cuando tenemos los esquís bajo el tórax y extensión al expulsarlos en la máxima amplitud del viraje, sin que se inmute nuestro centro de gravedad.

Partiendo ya de una flexión constante el esquiador de badenes entra en la actitud de flexión recuperación, dejando su centro de gravedad casi estático, mientras estos no sean grandes.

¡Buena temporada y buena nieve tengamos!

Foto y dibujos del autor.

Manolo Ambou Terrádez


3 comentarios:

  1. muchas gracias manuel...por todas tus clases...y por seguir enseñando...ha sido un placer volver a recordar todas las bajadas siguiendo tus huellas en " flexion constante" ...te echamos de menos este año la nieve esta genial...nos animamos ? Trinidad ....enhorabuena por esta pagina tan interesante y variada...y por incluirme en esa foto

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  2. Ha sido un placer poder enseñar a alumnos tan interesados como vosotros todos estos años.

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