Posiblemente el sueño de un ornitólogo podría ser el situarse a pocos
centímetros del nido de una rapaz como es el Águila perdicera (Hieraaetus fasciatus), durante esos
meses de reproducción, como si las observáramos secretamente por el ojo de una
cerradura.
Hasta ahora, Luis Santamaría y yo, solo habíamos tenido la oportunidad de
observarlas desde nuestros hides, situados a varios metros de ellas y en
aquellos fines de semana que nos lo permitían nuestras obligaciones laborales.
Las seguíamos desde 1983 hasta el
2005, en nuestra cita en la roca con tan singulares rapaces, hasta que mataron
a tiros a la veterana hembra y el macho pudo encontrar una joven hembra en el
2011.
El autor desciende para introducirse al hide sin alertar a la rapaz en su nido. |
Las observaciones han sido muy abundantes, y de una fidelidad extraordinaria, al poderlas estudiar de tú a tú y sin molestia alguna, debido a nuestra depurada técnica a pesar de nuestra proximidad.
Pero los tiempos cambian, y en este caso, para bien.
El autor en el interior del hide. |
Debido a la gran aceptación, de todos los datos tomados en nuestras observaciones, y apoyados por testimoniales fotografías y filmaciones, las autoridades decidieron aprovechar nuestros conocimientos para llevar a cabo mi sueño, ese sueño del ornitólogo.
Se trataba de instalar unas cámaras de vigilancia a pocos centímetros del
lugar donde suponíamos que las rapaces elegirían para anidar.
El proyecto era costoso y nada fácil, pero las confiaron en nuestro gran
conocimiento del lugar y de las decisiones, a priori, de estas rapaces, para
llevar a cabo el proyecto con alta posibilidad de éxito.
Fue una labor de equipo, en el que intervinieron con entusiasmo:
Luis Santamaría instala la cámara de vigilancia junto al presunto nido. |
el Parque Natural del Turia y el
Ayuntamiento de Vilamarxant, la empresa Setcamp Nuevas Tecnologías, Veterinarios Universidad Ceu
Cardenal Herrera, Consellería de Agricultura, Desarrollo Rural, Emergencia Climática, Trasición Ecológica, Agentes Medioambientales del Grupo de Intervención en Altura.
Pero esta idea no se resolvía solo con equipo técnico, requería también de
unas condiciones geográficas adecuadas, que por
pelos pudimos resolver.
El autor controla a las rapaces en su nido desde su ordenador en directo. |
Las rapaces se cortejan mientras fabrican el nido. |
Alguno puede pensar que con tantos años de observación ya deberíamos
conocer todos los detalles de la intimidad de estas aves, pero no.
Mis observaciones son más abundantes y con un detalle mucho mayor,
que me han permitido descubrir nuevos comportamientos o confirmar algunas
sospechas anteriores nada claras.
Las presas observadas, ahora diariamente, nos dan unos datos muy reales,
que nos muestran el estado del medio ambiente
de su amplio territorio, que supera aquí los 100 km cuadrados.
Ahora la tecnología, con los infrarrojos, nos permite también seguirlas en las horas crepusculares y parte de las nocturnas, donde se nos completa nuestra lista de presas, como ratas, que por su pequeño tamaño las devoran rápidamente en los amaneceres sin que pudiéramos enterarnos.
Fotos de Vicente Nacher, Luis Santamaría y del autor.
Manolo Ambou Terrádez
Impresionante Manolo, como siempre. Un abrazo
ResponderEliminarEstupendo trabajo, mi enhorabuena.
ResponderEliminarMaravilloso Manolo. No tengo palabras para mostrarte la satisfacción que me produce el trabajo que realizais.
ResponderEliminarEnhorabuena.
Muy bien Manolo.
ResponderEliminarBuenas imágenes y buena narración.
Saludos.
A mí me entra una envidia sana y ganas de jubilarme para poder trotar contigo, que gozo el poder observarlas así.
ResponderEliminarMágnifico trabajo Manolo. Un fuerte abrazo
ResponderEliminarGran artículo Manolo.
ResponderEliminar¡Ahora a por la exposición!
Bravo Manolo.
ResponderEliminarmanolo, toda mi admiración por tu trabajo y por ese incansable y envidiable entusiasmo . Carol Meliá
ResponderEliminarHola Manolo, enhorabuena por el trabajo, un fuerte abrazo,
ResponderEliminarGran trabajo, como siempre
ResponderEliminarImpresionados por tu trabajo. Es importante detectar las enfermedades y problemas de estos animales de nuestra zona para que losodiamos conservar y disfrutar muchos años más. Muchos saludos, Nicolás y familia
ResponderEliminarmaravilloso, como siempre!
ResponderEliminarbesos
Diana
Una labor encomiable, que sirve para enamorarnos de esta ave. Felicidades Manolo
ResponderEliminarJavier desde Enguera