Ballestero |
UN EJERCITO PARA LA ETERNIDAD
Según la leyenda que durante la excavación
de un pozo por unos campesinos de Lintong apareció una cabeza de cerámica
humana policromada a tamaño natural. Se asustaron y lo volvieron a tapar.
Años después y atraída por ciertas leyendas
ancestrales que circulaban por aquel lugar, una arqueóloga del país contactó
con los campesinos y tras convencerlos volvieron a destapar aquel hallazgo.
Así, en 1974 se inició uno de los
descubrimientos arqueológicos más impresionantes jamás vistos, que confirmaban
la leyenda del túmulo del emperador Qin Shi Huangdi que gobernó en el año 221
a.C.
Fué 1987 cuando pudimos viajar a uno
de los países más interesante por su extraordinaria aportación cultural a Occidente.
Era obvio que este grandioso país contendría
extraordinarios y variados territorios repletos de historia y demostraciones
culturales que nos asombrarían para siempre.
...apreció una cabeza de cerámica humana.... |
Su lejanía, su particular idioma y su
cerrada política fueron uno de los impedimentos para visitarla por gran parte
de los viajeros occidentales, pero mi compañera Pilar y yo nos decidimos por
experimentar aquel periplo exótico y repleto de cultura sin pensárnoslo más.
Después de aquel salto viajero cualquier otro sería mucho más sencillo.
En aquel momento viajar por China estaba muy
controlado y no se podía circular uno a su aire. El estado obligaba a llevar guías
que acompañaban a los extranjeros, evitando así cualquier intrusión o meteduras
de pata por desconocimiento de costumbres y obligaciones en país.
Templo para la oración de las buenas cosechas "Quiniandian" |
Superado estos inconvenientes fuimos
visitando extraordinarios lugares henchidos de cultura que nos enriquecieron y
nos abrieron nuestras mentes a este gran pueblo lejano y tantas veces
milenario.
Visitamos muchos espacios clásicos de nuestros
conocimientos occidentales, pero una vez allí encontramos otros menos conocidos
que nos sorprendieron enormemente, por ello visitamos el país en dos ocasiones
con enormes recorridos, como el de “La Ruta de la Seda” y a pesar de ello,
seguimos ignorando grandiosos rincones culturales, que seguro esconden en aquella
inmensidad y que esperamos descubrirlos en el futuro.
Habíamos oído hablar de “La Gran
Muralla”, también de la “Ciudad
Prohibida” pero poco más.
De todas formas nos interesaba sumergirnos
con la población en sus costumbres, para mirarnos de cerca en lo posible, aunque
nuestra comunicación fuera básica.
Así circulamos de unas ciudades a otras en barco,
en autobús, en avión o en tren, imprescindible para recorrer aquellas enormes
distancias. Así que en uno de aquellos días alcanzamos la ciudad de Xi’an. Este
lugar que nos reservaba un reciente descubrimiento arqueológico “Los Soldados
de Terracota”.
Clásico pasillo techado que debió cubrir a los guerreros. |
En aquellas fechas, en occidente, aún no se
había echo popular aquel descubrimiento y por ello nosotros lo desconocíamos
con detalle, lo que nos motivó mucho más e hicimos gala de nuestra insaciable
curiosidad por experimentar aquel conocimiento en directo.
A un
kilómetro y medio de esta enorme loma artificial de tierra, donde se supone se
encuentra enterrado su tumba, se alza un gigantesco hangar de 210 m de longitud
por 60 de anchura, que da cobijo a la reunión de piezas de terracota más grande
e impresionante que hemos podido ver en nuestra vida.
Tras adquirir las entradas y advertirnos
insistentemente la prohibición de sacar fotografías o vídeos, penetramos hasta
una barandilla donde pudimos contemplar en penumbra aquel sorprendente
espectáculo.
Quedamos
inmóviles, sin habla, ante aquel ejército a tamaño natural, perfectamente
formado en posición de batalla que nos
miraba.
Tras
una supuesta barrera de arqueros y ballesteros arrodillados, once galerías
albergaban largas filas de soldados formados de cuatro en cuatro, entre los que
también se encontraban cuadrigas con sus
supuestos carros de guerra. Como eran de madera habían desaparecido,
pero dos de ellos realizados en bronce, se encontraban en perfecto estado. Se
había confeccionado con este duradero material para dejar legado de cómo eran y
se conservaran a través de los siglos, así como algunas ballestas.
Eran 6000 estatuas impresionantes en postura
de portar armas. Pero había algo
excepcional en ellas; todas las cabezas y sus rostros eran diferentes, lo mismo
que sus peinados, apreciaba diversas etnias. En algunas de ellas se podía
apreciar aun restos de pintura que demostraban haber estado policromadas.
Ninguna
cabeza o rostro era igual. Los artistas
debieron copiarlas una a una de la propia guardia real del emperador. A un
artista le hubiera sido imposible imaginar tantos miles rostros diferentes, al
contrario que los cuerpos que si apreciaban haberse hecho a partir de moldes.
Estaban
alojado en largos pasillos cubiertos con esos clásicos tejadillos montados con
columnas y viguetas de madera policromada, ahora quemadas, semejantes a los
construidos frecuentemente en numerosos monumentos a lo largo de los jardines
en las “Ciudades Imperiales”.
Se apreciaba perfectamente el saqueo e
incendio provocado tras la caída de la dinastía, que sobrevino al morir el
emperador, por el general Xiang Yi,
posiblemente para utilizar las armas de este ejército inmóvil.
Los techos se hundieron y por ello, la
mayoría de figuras quedaron destrozadas.
Allí mismo, un equipo de especialistas
se afanaban día a día en reconstruirlas, conforme las descubrían bajo varios
metros de tierra, que las sepultaron a lo largo de 23 siglos.
Junto a esta gran fosa se han encontrado dos
más y se calcula con ellas un total de 7000 espléndidas figuras y esto sigue.
Numerosos policías vigilaban al público para
que no se grabara o se fotografiara, cosa algo difícil en aquella época, ya que
aun no estaba el recinto muy iluminado.
Pero yo, como fotógrafo, no podía aguantarme
ante aquel asombroso espectáculo que tenía ante mí.
Con mi experiencia, había previsto la
situación y con la cámara (analógica) colgada en mi cuello y ajustada para
aquella falta de luz, con grandísimas precauciones, conseguí realizar algunos
disparos desde el pecho, amortiguados por falsos golpes de tos, que ocultaron
el sonido del obturador. De esta forma no pudieron advertir mis tomas los acechantes policías.
Algunos inexpertos turistas, que equipados
con vídeos no repararon en tapar las luces rojas de grabación, fueron detenidos
y conducidos a estancias para arrebatarles las cintas y gracias.
Yo tampoco lo tuve claro hasta salir del
recinto.
Hoy día se ha eliminado esa absurda prohibición,
al comprender que es una forma gratuita en la promoción de este grandioso museo.
La postura de las manos confirma la sustracción de sus armas. |
El complejo funerario es inmenso, pues se
calcula en un área de unos 56 kilómetros cuadrados alrededor del túmulo de Qin
Shi Huangdi, esa enorme colina artificial que aún no ha sido inviolada y se
supone contiene un extraordinario tesoro que sorprenderá al Mundo.
Se
calcula que fue construida por 700.000 obreros y artesanos, según las crónicas
de los historiadores y se terminó poco antes del fallecimiento en año 210 a.C. del
“ primer augusto emperador de la dinastía Qin”.
Y así se continúan haciéndose realidad las
leyendas.
Manolo Ambou Terradez
Muy bueno. Aun me acuerdo de cuando hiciste la proyeccion en el club. Un abrazo.
ResponderEliminarMuy interesante artículo, y menudo viaje disfrutaste. Un cordial saludo.
ResponderEliminarEstupendo reportaje Manolo, y Felices Fiestas!!!
ResponderEliminarMagnifico reportaje se nota que pones un poquito de ti en cada cosa,un saludo de A.Llorca
ResponderEliminarMaravilloso reportaje!!! muchas gracias! besos
ResponderEliminarMagnífico relato. Felices fiestas.
ResponderEliminarManolo el reportaje y la explicación muy buena me gusta mucho lo que aces. un abrazo y feliz año nuevo de Angel Torres.
ResponderEliminarMaravilloso reportaje que me ha hecho recordar mi visita a Xian
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