lunes, 17 de junio de 2019

LLANURAS DE LA SABANA 1º (EN LAS)

POR LA SABANA
ANTÍLOPES

Esta sabana, instalada a caballo entre ambas partes del ecuador, disponen de una pluviosidad que se alterna, haciendo que todas las especies, especialmente los ungulados, persigan las regiones donde la hierba brota tras las generosas lluvias, con migraciones de inmensas manadas de herbívoros, creando un extraordinario espectáculo de vida.

Claro está, que en la ruta de esta continua migración, numerosas especies esperan la llegada de su alimento: la hierba para los ungulados, los ungulados para los carnívoros.
Este "tío vivo" imparable, que se renueva periódicamente en los cambios estacionales, conlleva una inmensa masa de vida, de millones y millones de seres en este gran ecosistema herbáceo.

Hermoso macho de Antílope acuático.

Recorriendo estos espacios con nuestro vehículo, van apareciendo infinidad de antílopes que nos asombran con sus carreras y saltos de exhibición.
Los grupos más numerosos son los ñus, las cebras y la gran variedad de los antílopes, pero en menor cantidad están los búfalos, los elefantes y jirafas.

Grupo de hembras de Impalas atentas a cualquier ruido.

Grupos de gacelas, controlan nuestro paso sin demasiado temor, más bien con curiosidad.
Hermosas cornamentas de diferentes formas coronan especialmente a estos ungulados.

Preciosa y retorcida cornamenta decora al macho de Impala.

Antílopes de cuernos espirales como el enorme alce africano de casi 900 kg; los oryx beisa de enormes cuernos largos y rectos; los topi casi siempre alzados sobre alguna protuberancia del terreno; los preciosos impalas de dorso marrón o pardo; las esbeltas e inquietas gacelas de thompson con su distintiva raya negra que cruza su cuerpo en diagonal; o el más pequeño el dik-dik, de enormes ojos, con apenas 5 kg, ligado a un grupo de matorrales; o el antílope acuático, siempre cerca de los humedales.

La línea negra que atraviesa a esta Gacela de Thompson o frentirroja la destaca rápidamente de las demás.

Son estos fitófagos que trasformarán la hierba, las hojas de los árboles y arbustos con sus exquisitos brotes, en carne abundante para los depredadores.

Este es un Alcelafo nikonzi de buen tamaño, alcanza los 200 kg.

Repentinas carreras con aéreos saltos, especialmente de los jóvenes, demuestran a los depredadores su inmejorable estado para evadirse.
Poco a poco vamos encontrando desde el más grande, el alce africano o eland,  hasta el mas pequeño de los antílopes dik-dik.


El alce africano o Eland de hasta 900 kg

Cuando vi por primera vez a este pequeño antílope en Masay Mara, lo encontré junto a unos matorrales casi pegado al vehículo y de esta forma pude apreciar sus grandes y bellos ojos. Nuestro guía nos informó, que conocían tan bien aquel grupo de matorrales con sus variados túneles y pasillos, que dando vueltas por ellos lograba zafarse la mayoría de veces de los depredadores, sin necesidad de abandonar su conocidísimo refugio.


Una pareja de Dik-diks junto a su refugio.


Los inmensos ojos de este pequeño antílope contrastan con su pequeño tamaño.

Y no podemos dejar de mostrar a una de las presas más básicas de los depredadores, que parecen estar destinados a serlo por su enorme cantidad durante esa migración que da origen a una rotación de los pastos.

Inmensas manadas de estos artiodáctilos se agrupan durante las migraciones buscando preferentemente la jugosa hierba.

Cuando se coincide con las migraciones, las enormes manadas de ñus cubren las praderas de forma espectacular, con más de un millón de ejemplares, con los rebaños más numerosos de la Tierra.



El Ñu azul es el barbudo antílope más abundante en la sabana.

Es evidente que están perfectamente adaptados al medio y prosperan positivamente a pesar de la gran depredación que sufren estos herbívoros por parte de los inevitables depredadores: desde los cocodrilos hasta los reyes de la sabana, los leones.
Nunca podremos ver en la Tierra una concentración de mamíferos salvajes tan grande como la que se produce en el Parque Nacional del Serengueti, al unirse tantas especies de herbívoros en libertad.


Fotografía: Luis Santamaría Malde y Manolo Ambou Terrádez.

Manolo Ambou Terrádez




2 comentarios:

  1. Manolo, gracias por un articulo tan ameno, descriptivo e instructivo como este.
    Espero el siguiente, que no dudo será tan estupendo como este.

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  2. Las fotografias, que bonitas, los ojos del pequeño antilope...ooooooh!

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