martes, 29 de octubre de 2019

TANZANIA DESDE LA CARRETERA



TANZANIA AL VUELO

Circular por las carreteras en África con los ojos abiertos, es una ventana a la realidad de sus pueblos, a sus moradores.

Durante nuestra corta estancia en Tanzania para el safari que habíamos contratado, tuvimos la dicha de conocer a una parte de sus habitantes con sus costumbres, en esa mezcolanza de etnias que conviven en estas tierras rojas de África, que tras la unión de Tanganica y Zambia, formaron lo que es ahora Tanzania.

Es un auténtico regalo que se nos ofrecía, a la vez que nuestro objetivo era conocer en directo la extraordinaria fauna que bulle en sus numerosos Parque Nacionales.

La suerte estaba en que sus habitantes centran sus negocios, su vida y sus viviendas prácticamente junto a las cunetas en las carreteras.

Era un bullicio humano que trajinaba por las vías de comunicación o cerca de ellas de forma cotidiana.
Observar desde la ventanilla de nuestro vehículo sus vestidos, sus costumbres, su aspecto físico, nos enriquecían notablemente; era muy curioso y a la vez me emocionaba ver aquella realidad.

 

Innumerables tenderetes ofrecían sus sencillos productos, que gran parte de esa población consumía allí mismo, durante su traslado a las tiendas más importantes o mercadillos centrados en algunos descampados, siempre junto a la carretera.




Tiendas de muebles, gasolineras, almacenes de madera, mecánicos, repuesto de ruedas, tiendas de ropa, venta de móviles y sin olvidar las especialidades en arte y recuerdo para nosotros los turistas.

Aquel viaje nos mostraba a sus pastores con el ganado, las mujeres con sus hatillos en la cabeza, los niños uniformados yendo y viniendo de la escuela, el importante transporte de agua con pozales a sus viviendas por jóvenes y mujeres, a las distintas etnias circulando por la carretera en bicicleta o en los abundantes taxis-moto muy utilizados por su rapidez en el traslados y económico precio. Y eso si el uso del teléfono móvil por la mayoría.




Aquel variado paisaje, sus viviendas integradas en él mismo nos mostraban en directo aquel afortunado país que había decidido, como Kenia, respetar la fauna de sus parques, pasando de los safaris de caza a los fotográficos. Ahora sin diezmar sus animales, es una fuerte e importante entrada de divisas. Pero como siempre, y aunque de forma puntual, el estado aun autoriza la caza, seguramente para un beneficio extra.

No era el mejor medio para conocer aquel pueblo, pero no podíamos desperdiciarlo, así que nuestras cámaras trataban de captar aquello que se nos mostraba por las ventanillas. Lástima que por nuestro tiempo limitado, no pudiéramos tener una convivencia más directa, aunque sí la tuvimos en ocasiones puntuales, en suajili, traducido al ingles por nuestro estupendo guía Samy.




Vimos un pueblo qué utilizaba sus recursos más básicos, como corresponde a este modesto pueblo subdesarrollado, pero también coexistiendo con costumbres y equipamientos más actuales como vehículos y comunicaciones.

Creo que todas nuestras imágenes, captadas al vuelo, sin detenernos, nos han dejado un interesante recuerdo de este hermoso país.

Mostraré algunas modestas fotos representativas de lo que vivimos, sin ninguna pretensión de calidad fotográficas, pero que creo interesantes para completar nuestro viaje a los maravillosos Parques Nacionales, algunos a la sombra del Kilimanjaro.




A lo largo de de las carreteras la población se concentra junto a ella para comprar, para alternar, para descansar.



De vez en cuando, una hermosísima acacia rompe el verde de su frondosa vegetación con sus flores rojas.



En su descanso, estos jóvenes empleados esperan al próximo cliente. 



El leñador ha recogido numerosas ramas y raíces secas para venderlas como combustible.



La educación primaria es gratuita, y por lo que apreciamos, los escolares se distinguen de los centros por uniformes diferentes.



El nivel de educación obligatoria se enfoca entre los estudiantes de 7 a 14 años.


Salvo el pastoreo, las mujeres se hacen cargo de la mayoría de tareas de la familia.




Más de cien etnias pueblan el país de mayoría bantú, pero a lo largo de nuestro periplo iremos observando diversos rasgos en sus habitantes. 



Estas vistosas telas representan el vestuario complementario para muchos de sus habitantes, especialmente ese rojo masai que los destacan.



Un grupo de motocarro-taxis.


Una forma más económica de trasladarse por estas tierras son las moto-taxis.


El transportar bultos en la cabeza, siempre ha sido una gran habilidad en las mujeres.



El grueso de los musulmanes se encuentran en la costa, pero a lo largo de nuestro recorrido pudimos encontrar algunas mujeres claramente representadas. 



Estas tiendas están especializadas con arte de pintura y tallas de madera para turistas.


Siempre me ha llamado la atención los preciosos estampados de sus ropas.


La economía de Tanzania se basa especialmente en la agricultura y el procesado de sus productos. Su zona cultivables solo ocupan el 4% del territorio, donde se planta especialmente : café, algodón, sisal y té.

El turismo es una fuente importante de ingresos, a la vez que la pesca, el gas natural, los diamante y el oro. 


Este modesto agricultor trae en la bicicleta su producto.



Como podemos apreciar, hay una gran variedad de plátanos. Nosotros no pudimos evitar nuestra curiosidad, así que compramos unos cuantos para nuestro avituallamiento, de los rojos.




Las mujeres montan con sencillos productos sus tenderetes, que les ayudan en la economía doméstica. Con un sencillo hornillo de carbón y un saco de mazorcas tiernas las asan para su venta.



Esta mujer vende un producto de su campo que no llegamos a apreciar con exactitud.


Esta mujer enciende su infiernillo de carbón. Las ruedas tienen una doble utilidad: para proteger el árbol y para sentarse.



Esta tienda de alimentación, parece que tiene de todo.



En los mercadillos pudimos apreciar la gran cantidad de productos que tienen a la venta.


Como podemos apreciar gran parte de la población se concentra junto a las carreteras.



Este comercio está especializado en sofas y anuncia en su tejado una empresa de telefonía.



La circulación de vehículos se concentra, como siempre, en las entradas y salidas de las ciudades. Como podemos apreciar, su conducción es por la izquierda.


Los habitantes más modestos residen en cabañas.



Poblado masai fuertemente protegido contra las posibles fieras, pues entramos aquí en tierras salvajes.



En esta puerta al poblado masai podemos apreciar que no van con tonterías a la hora de resguardarlo.

Las nieves del Kilimanjaro desde Tanzania en el 2012

Espero os haya gustado.


Fotografos: Luis Santamaría y Manolo Ambou.


Manolo Ambou Terrádez

No hay comentarios:

Publicar un comentario