Este
verano, en Valencia (España), hemos sufrido angustiosos incendios que han
devastado estos montes tan maltratados, como de costumbre. Y los pinares, que
se recuperaban, de forma espontánea, de anteriores quemas, han sido machacados
con incendios coincidentes, que han dificultado su extinción (Incendios que partieron de Dos Aguas, Chulilla y Alcublas). Ahora, estas
grandes zonas calcinadas, luchan por recuperarse, esperando que con suerte, la
lluvia quite la sed que tiene la tierra.
Incendio de Chulilla alcanzando Bugarra y Pedralba |
He dado una vuelta por una de las zonas afectadas, para comprobar el estado del monte, después de una sosegada lluvia, que ha empapado y compactado las cenizas sin llevárselas. Ahora ya no levanto polvo con las pisadas.
Pinar desarrollado espontáneamente tras el incendio de 1990, nuevamente calcinado en el 2012. |
Tiznando
mis manos y la ropa, he penetrado en estos pinares que ya habían crecido tres y
cuatro metros sobre la tierra quemada del incendio anterior.
El
escenario, obscuro aún por las cenizas y troncos carbonizados, era triste y
daba mucha pena.
A cierta
distancia se apreciaba ese olor característico a chamuscado, a muerte, a
desastre.
La
tierra está esponjosa por el calor que recibió y me hundo algunos centímetros a
cada paso que doy. La piedra
caliza esta reventada por las altas temperaturas que se debieron alcanzar. Se
han quedado blancas como la cal.
Pero al
acercarme más, comienzo a percibir una sensación de esperanza.
¡BROTES
VERDES!
Sinceramente, estoy realmente emocionado. La vegetación aún no se ha
rendido. La flora, está colonizando nuevamente aquella maltratada tierra
completamente calcinada y ahora más fértil por las cenizas. Es un panorama de
contrastes muy singular, dantesco
y a su vez esperanzador.
Muchos
de los arbustos comienzan a brotar. Sus profundas raíces se han salvado de la
quema, del sofocante calor.
Son:
Coscojas, Lentiscos, Enebros, Aladiernos, Madroños, y entre ellos algunas matas
valientes de Esparragueras, Zarza mora, Madreselva, Torvisco, Palmito, Juncos,
Genista, Oreja de liebre, Jaguarzo y algunas gramíneas.
Esto no
es todo. Ahora les toca el turno a otras simientes algo más reticentes para
germinar, que poco a poco irán completando el monte bajo, ese monte bajo tan
importante para proteger del Sol a todas esas otras semillas de plantas y pinos
que ahora comienzan a despertar, a resurgir.
Algunos pinos adultos aún mantienen fronda verde por el paso rápido del fuego. |
Sigo
escudriñando el suelo hasta a descubrir a los primeros pinos. Son aún muy
pequeños pero ya están ahí. Solo tienen cuatro centímetros de altura, parece
que todos se han puesto de acuerdo. Sus verdes agujas, como varillas de un
paraguas, se abren con esperanza para un futuro pinar que yo jamás conoceré.
Ahora,
solo falta, que sus raíces pivotantes y sin detenerse, encuentren pronto esas
grietas, por donde algunos profundizarán rápidamente a estratos más frescos,
que les permitirán absorber la humedad necesaria, con la que combatir el estío;
nuestro atroz verano.
¡Bien
pimpollos, buena suerte!
* LISTADO DE PLANTAS OBSERVADAS:
Coscoja (Quercus coccifera) |
Lentisco (Pistacia lentiscus) |
Madreselva (Lonicera) |
Torvisco (Daphne gnidium) |
Palmito (Chamaerops humilis) |
Junco (Scircus) |
Genista |
Oreja de liebre ? * |
Gramíneas |
Jaguarzo (Cistus) |
Pimpoyo de Pino carrasco o de Alepo |
* Si conoces su nombre científico de este o de cualquier otro sería interesante que me lo facilitaras. Gracias.
Fotografías del autor.
Manolo Ambou Terradez
Esperanzado mensaje que queremos llegue a las ilusiones que planteas. Que tengamos buena suerte.
ResponderEliminarA ver si las generaciones siguientes son más respetuosas con la Naturaleza. Me gusta Manolo.
ResponderEliminarGracias Manolo, tus fotos son esperanzadoras, la naturaleza tiene todo el tiempo del mundo, pero el nuestro es muy corto. Una pena ver en que han quedado esos montes, un abrazo amigo.
ResponderEliminarAl menos la naturaleza hace su trabajo de revivir, si es que nosotros dejamos de hacer el nuestro de destruir. Cuánto anima ver al menos brotes verdes vegetales. Gracias por tu trabajo Manolo.
ResponderEliminarCarmen Z.
Da mucha esperanza ver esta "pelusilla de vida" que le sale al monte tras los incendios.
ResponderEliminarHoy anduvimos por la zona del Castillejo en Pedralba. Planticas pequeñas que han rebrotado con una fuerza...
Manolo, eres un sol dorao!
Besicos y lluvia
Diana de Pedralba
Nunca podremos comprender la fuerza de la naturaleza, es como un milagro,nuevos brotes tras semejantes desastres, la vida que tira, que puede más que nada, es un canto a todos para que sepamos rebrotar también y afrontar nuevos retos. Gracias por esas fotografías tan bonitas. Consuelo
ResponderEliminarMañana me voy con el cole a Chulilla para plantar árboles.
ResponderEliminarAlexandre Pasquet Falcó
Acordaos, que si no llueve, deben regarse a menudo, si no es así se secarán. Yo soy partidario de plantar semillas en épocas de próximas lluvias. La semilla plantada directamente genera una raíz pivotante que penetra rápidamente. Si tiene suerte, encontrará los sustratos húmedos que la preservarán del estío, y vivirán algunas de ellas. En la maceta, esa raíz tan importante, da vueltas en ella, perdiendo el tiempo. Y, normalmente, cuando sacamos el plantón de la maceta, esta raíz queda cortada, por lo cual, tendrá que generar otra nueva y eso le costará demasiado si no hay humedad. Los árboles de semilla se desarrollan mucho más rápidamente que los de maceta.
ResponderEliminar¡Suerte y gracias por tu acción. Eres de los nuestros!