LA REINA DE LAS FLORES
Como fotógrafo de naturaleza, llevo
muchos años buscando esas flores que aún no he fotografiado. Con paciencia y a
golpe de calcetín, voy completando poco a poco esa inmensa flora que aparece
puntualmente en los montes y campiñas que frecuento.
Sabéis
que no soy botánico, y como en la mayoría de mis jovis, más que un experto sigo siendo un mirón, pero eso si, hago lo que puedo.
Normalmente suelo buscar las plantas más raras ,
esos endemismos, esas floras que estoicamente sobreviven en ciertos lugares de
estos montes mediterráneos.
Siempre
fijándote en esa flor grande o pequeña, diferente a todas las que ya
fotografié. Cuantas de ellas aún no he podido clasificar, pues esa es otra
enorme labor, descubrir su verdadero nombre. ¡Casi nada!Libros ,
amigos, Internet y todo lo que tengo a mano lo pongo en jaque, para
descubrirla, para descubrir su verdadero nombre, puesto por eruditos botánicos
como Cabanilles.
Pero
esta labor resulta muy apasionante. Poco a poco la colección se va haciendo
enorme.
La belleza de la planta no solo se reduce a su floración. |
Cada
planta tiene su flor particular que nos ayuda a clasificarla, y en muchos
casos, al ser tan pequeñas, nos resultará muy difícil, tanto, que deberemos
llevarnos alguna muestra para estudiarla en casa. La fotografía, la lupa o el
cuentahílos no es suficiente en algunos casos, y debemos usar incluso
microscopio para distinguirlas de especies muy parecidas.
Clasificarlas
correctamente es muy importante para guardarlas, pues si no, será imposible
poderlas encontrar entre esos cientos, más bien miles, que vamos guardando poco
a poco.
La explosión de sus semillas es muy vistosa. |
Pero
cuando es la más grande, la más perfumada, de una belleza singular y además,
más bien rara en estas tierras, se produce una alegría, una fascinación por
ella que jamás puedes olvidar; es un gran encuentro.
Las semillas como joyas maduran al hacerse oscuras. |
Esto fue
lo que me ocurrió cuando tropecé con la PEONIA, la reina de las flores, y no
solo lo digo yo.
Por
supuesto que hablo de las Peonias salvajes, que crece en las áreas frescas de Europa.
Está extendida también
en Asia y América del Norte.
Hay
muchas variedades en jardinería de hermosos colores y formas, de tal belleza,
que en China ha sido elegida como flor nacional.
Las
variedades salvajes son herbáceas en la península Ibérica, con hojas alternas
divididas, de color verde claro u oscuro, con flores solitarias y terminales. Con los primeros fríos desaparecen
para brotar en primavera.
Marchar
por el monte y encontrarse con unas matas de Peonia en plena floración es un
auténtico regalo para la vista y el olfato. Las flores, que según la variedad
pueden llegar a los 15 cm de diámetro, contrastan por su color púrpura con el
verde de su follaje de forma insultante, tanto que nos resulta imposible pasar
junto a ellas sin admirarlas.
Su aroma es dulzón y muy intenso. |
Respetarlas
y admirarlas es nuestro deber, el deber de un buen excursionista.
Espero
que esta primavera tengáis suficiente suerte y la encontréis. De esta forma, y
una vez localizada, la podréis admirar año tras año en el mismo lugar.
¡Suerte,
amigos!
Fotografías del autor.
Manolo Ambou Terradez
Estupendo artículo, como todos, no he visto esta flor, pero intentaré encontrarla, deseame suerte.
ResponderEliminarQ preciosidad!
ResponderEliminarGracias una vez más Manolo. Estaré atento esta primavera, a ver si tengo suerte y la veo.
ResponderEliminarDiana: también la vi en la parte alta del Valle del Jerte; el de los cerezos.
ResponderEliminarArticulo muy interesante, me gustaria conocer algo más sobre esta flor y algunas otras como las orquideas.
ResponderEliminarFernando Martínez
muy muy bien, sigue así.
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