En Portugal, al Sur de Oporto, en la Región Centro, en unas
marismas encaradas alas aguas del Océano Atlántico, se encuentra una ciudad sorpresa
Aveiro.
Su enclavamiento en la marisma la hacen singular,
especialmente por disponer de una serie de canales que penetran hasta el
interior de la ciudad y por ello se prestan a mostrarla al turismo con cierto
aire veneciano que gusta. Por ello se le llama “LA VENECIA PORTUGUESA”.
Sin intención de profundizar en su historia y sus recursos,
no puedo dejar de mencionar los que más riqueza han dado a esta población
instalada en sus marismas.
A nada que prestemos atención encontraremos detalles en los edificios de sus hermosas cerámicas azuladas que dan ese toque particular, fabricadas en sus industrias.
Junto a la ciudad podremos apreciar sus famosas salinas
y casi junto a ellas, en el barrio viejo
de “Beira Mar”, los almacenes de madera donde se guardaba, perfectamente
conservados.
Por supuesto, vivir junto al mar es inevitable ser también un pueblo de pescadores, aportando con esta vianda exquisitos platos tradicionales que encandilan al turismo de buen comer.
Y, claro está, su universidad es la causante del bullicio
juvenil que inunda de alegría los barrios típicos de la ciudad, en los periodos
no vacacionales.
Así que ahora hablaremos de sus barcos moliceiros repletos de turistas, que surcan sus canales guiados por cicerones, con cierto aire de gondoleros venecianos. A lo largo del trayecto acuático nos muestran los edificios principales e históricos de la urbe.
Pero me llamaron la atención como decoraban sus barcas en las amuras de popa y proa con sencillas pinturas, un tanto divertidas.
La sátira navega en ellos sin pudor y su intención me recuerda a la picaresca plasmada en las fallas, esos impresionantes monumentos efímeros que se exponen en Valencia (España).
Así que dicho esto pasemos a la “acción” y observemos las
pinturas y sus leyendas.
Fotos del autor.
Manolo Ambou Terrádez
precioso!
ResponderEliminarTe lo has currado Manolo, muy chulo!!
ResponderEliminarMuy guapo Manolo
ResponderEliminarUna buena perspectiva de una de las características de esta bella ciudad "da Beira Litoral", la Venecia de Portugal.
ResponderEliminarSi, capta la atención las pinturas de los barcos "Os Moliceiros" de siempre, pero que nada tienen que ver con los que has fotografiado. Le ha suprimido el encanto que poseían para adaptarlos al TURISMO. Aquellas velas al alto y el cargamento de moliço, por eso lo de moliceiros. Entonces me he inspirado así:
MOLICEIROS
Umas velas imensas
naquela quietude…
Água cristalina, prata,
no reflexo quebrado,
das cores garridas,
dos moliceiros.
“MOLICEROS”
Unas velas inmensas
en aquella quietud...
agua cristalina, plata,
en el reflejo quebrado,
de los colores llamativos,
“dos moliceiros”.
Te felicito por tan bellas captaciones...
Si: debió ser un espectáculo que he perdido por mi tardía en asomarme a este lugar.
ResponderEliminarGracias por tu gran aportación.